A la hora de reformar una vivienda, uno de los aspectos claves será el que atañe a las instalaciones eléctricas. No se trata solo de un motivos de seguridad, sino también de eficiencia. Como expertos en instalaciones eléctricas en Barcelona te insistimos en que los cableados y dispositivos de la vivienda pueden entrañar un serio riesgo de incendio o electrocución si están anticuados o deteriorados. Y no solo eso, sino que, con el paso del tiempo, las necesidades eléctricas de las viviendas pueden aumentar y ser necesario ampliar las instalaciones. Por ejemplo, con más tomas y puntos de luz o aumentando la potencia contratada.
El cuadro de distribución
Los circuitos de las viviendas parten del llamado cuadro de mando y distribución. Ahí los puntos de luz de la casa se dividen en varios circuitos: iluminación, cocina, horno y placa, etc. Algunas tomas (enchufes) son estándar y otras de fuerza, las que alimentan electrodomésticos grandes. Los circuitos están controlados por unos dispositivos denominados PIAs (pequeños interruptores automáticos), que saltan y se desconectan en caso de sobrecarga o un cortocircuito. Todos están controlados por un interruptor general de potencia.
La potencia a contratar dependerá de la superficie de la vivienda, de los electrodomésticos, del tipo de calefacción y de si hay o no aire acondicionado. Nunca podrá ser inferior de 5750 V a 230 W.
Cuándo renovar las instalaciones
Si los materiales están homologados, la instalación cuenta con toma de tierra y está correctamente realizada por profesionales como los de Loga Rehabilitaciones puede durar incluso más de 10 años.
En caso de que haya interruptores o enchufes sueltos o rotos, la renovación habrá de acometerse de forma urgente. Especial atención hay que prestar a las instalaciones con cables envueltos en materiales textiles o con cables del mismo color. También cuando la instalación no tenga toma de tierra. Si los cables se recalientan pueden incendiarse y habrá lo tanto que renovar la instalación cuanto antes.
Dos tipos de instalaciones eléctricas
- Las que van empotradas: más discretas, para instalarlas hay que practicar rozas o regatas en la pared y luego colocar un entramado de tubos corrugados en cuyo interior irán los cables eléctricos.
- Las que discurren por canaletas o tubos: más fáciles y rápidas de colocar, pero quedan a la vista. Como ventaja, si hay que arreglar algún punto, no habrá que picar la pared. Las canaletas se desmontan fácilmente.