El clima, la contaminación atmosférica o un mantenimiento inadecuado son solo algunos de los enemigos de las fachadas, cubiertas y construcciones en general. Como resultado, pueden acabar produciéndose daños estructurales como humedades, infiltraciones de agua, roturas y, en el peor de los casos, desprendimientos, que comprometen la seguridad de las personas que transitan o viven en el edificio.
En este sentido, desde Loga Rehabilitaciones sabemos que los orígenes de los daños son los “grandes olvidados” por los usuarios y, por ello, en las siguientes líneas detallamos las razones más comunes por las que se producen este tipo de incidencias. Y es que conociendo de primera mano el origen de los daños estructurales más comunes en los edificios, podemos evitar – o retrasar – su aparición. ¡Toma nota!
Grietas estructurales
Un espesor de grieta preocupante es aquel que iguala o supera el milímetro. En este caso, estaríamos hablando de grietas estructurales, uno de los daños más comunes que puede sufrir un edificio.
Esta rotura del elemento constructivo afecta directamente a vigas, trabes y columnas, y suele aparecer fundamentalmente por una construcción deficiente, sobrecargas no contempladas en el proyecto inicial, humedades o un mal soporte del suelo.
¿Cómo se reparan?
Reparar grietas estructurales implica proyectos complejos de demolición y reparación de los elementos afectados.
Humedades estructurales
Las humedades estructurales son un indicativo muy común de los edificios “enfermos”. Se producen cuando la humedad alcanza la estructura de hormigón y a las armaduras, que con el tiempo se oxidan. En consecuencia, puede acabar descomponiéndose el acero, lo que, a su vez, aumenta el volumen de la barra que presion el hormigón y termina quebrando, produciendo grietas y resquebrajamientos peligrosos.
Cómo subsanar el problema
Capilaridad, condensación, filtración… Existen diversas causas de las humedades, para lo que tapar la lesión con pinturas anti humedad no siempre es suficiente. En este sentido, es primordial seguir un programa de mantenimiento preventivo adecuado.
Filtraciones de agua
Cuando es el agua la que se filtra por los cerramientos y alcanza la estructura, la consecuencia puede ser mucho más grave que una humedad. Estas filtraciones tienen diferentes orígenes. Uno de los más comunes es el producido en el subsuelo por rotura de tuberías.
Por su parte, las filtraciones en techos, patios, cubiertas o terrazas acaban produciendo daños tras la acción de la gravedad fundamentalmente.
¿Cómo actuar para evitar mayores daños?
En todos los casos, las soluciones definitivas implican trabajos de impermeabilización y aislamiento de la zona dañada. Y es que si no hay agua, no hay humedad.
Actuar rápidamente: primordial en los trabajos de rehabilitación
Sea cual sea la causa del daño, siempre debemos contar con la manos de los mejores expertos para realizar diagnósticos certeros y llevar a cabo una acción rápida para que el impacto sobre la edificación sea mínimo.
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