Son muy habituales hoy en día reclamaciones presentadas por usuarios o propietarios relacionadas con defectos en la edificación. Existen muchos estudios realizados sobre esta temática y casi la totalidad señalan que casi todas estas lesiones se originan en las etapas de proyecto y de ejecución. Por ello es muy importante el estudio de los aspectos técnicos y constructivos para que se adopten las medidas preventivas. En otras ocasiones actúan causas naturales o excepcionales que también dejan fuera de servicio las construcciones, y sobre las que se tiene poca capacidad de prevención.
Las patologías más frecuentes se encuentran en las áreas de humedades, el fallo de cubiertas, deformación de forjados y por ello aparición de fisuras en tabiquerías y cerramientos, los problemas que afectan a la ejecución de estructuras prefabricadas, y los cerramientos de fachada de fábrica de ladrillo cerámico.
En cuanto a las humedades, es una patología muy extendida. Hablamos de humedades cuando existen en los elementos constructivos un contenido de agua superior al correspondiente al de equilibrio hídrico con su entorno. Los materiales tienden a establecer de forma natural el equilibrio hídrico con el ambiente o los materiales que les rodea.
Aparte de incidir en las condiciones de salubridad de los edificios, también pueden llegar a afectar a las condiciones de servicio.
El agua interviene en muchas de las patologías q afectan a las estructuras y elementos constructivos. Así la corrosión, pudrición, disgregación, etc. están a la orden del día.
Tipòs de humedades
- Humedades de obra, aportada por los materiales de cantera o durante la ejecución de los elementos constructivos.
- Humedades de filtración de agua de lluvia, por grietas, juntas, escorrentía superficial, capilaridad del agua superficial del terreno, etc.
- Humedades de origen freático natural, por filtraciones en sótanos, capilaridad, etc.
- Humedades procedentes de roturas de redes de abastecimiento, evacuación, depósitos o piscinas.
- Humedades por aportaciones en forma de vapor, por aportaciones de aparatos o del hombre.
Bien porque se adopten soluciones inadecuadas, no adaptadas a las necesidades del edificio o las condiciones del entorno; por falta de definición del proyecto, del trazado de instalaciones y canalizaciones, etc. ; por incompatibilidades entre materiales o con el ambiente al que quedarán expuestos; por descoordinación entre unidades de obra; por falta de consideración del mantenimiento; falta de cualificación del personal, etc., las humedades pueden aparecer por problemas en las diferentes fases del proceso constructivo.
Importantes de destacar, son las patologías relacionadas con el colapso o hundimiento de cubiertas durante las fases de construcción (se producen por insuficiencia de arriostramientos de los encofrados durante la ejecución, con sistemas de apuntalamiento y apeos inadecuados e instables, y/o por maniobras indebidas o accidentes en la fase de montaje) o bien ya en servicio (producidos por estudios insuficientes de las acciones que pueden actuar).
Los colapsos ocurridos en cubiertas, en las fases de construcción o servicio, por cargas semiexcepcionales, debido a una infravaloración general de las acciones actuantes, o las lesiones que se producen en las cubiertas por ausencia de mantenimiento son las más frecuentes.
Existen también situaciones en donde un cambio de uso del edificio produce un incremento considerable de cargas permanentes actuando sobre la cubierta, por lo cual se puede colapsar con una granizada importante.
En cubiertas metálicas pueden existir fallos debidos a una mala elección del material y más si debe soportar bajas temperaturas. En estos casos hay que garantizar la aptitud del acero frente a la rotura frágil a bajas temperaturas, siendo el ensayo de resiliencia el que mide la susceptibilidad del acero a la rotura frágil.
Si la cubierta es plana es fundamental asegurar el desagüe de las aguas de lluvia y efectuar un mantenimiento cuidadoso de los elementos de evacuación para evitar su obstrucción ya que la acumulación de cargas en la cubierta aumenta su deformación, que facilita a su vez una mayor acumulación de agua o dificultad para evacuarla.
Otras patologías muy comunes son las relativas a deformaciones de forjados.
Las reclamaciones judiciales presentadas por las Comunidades de Propietarios de edificios debido a diversos defectos constructivos son muchísimas, y suelen encontrarse la fisuración de los tabiques de división interior de las viviendas y el agrietamiento de las fábricas de ladrillo de las fachadas. Casi siempre esta fisuración y agrietamiento es debido a la flexibilidad de la estructura horizontal y por ello asociamos a la deformación excesiva en vigas y viguetas de los forjados de hormigón armado, que en su conjunto producen una flecha activa superior a la que mantendría íntegros los elementos constructivos.
Patologías en prefabricación de estructuras de hormigón.
La deformación excesiva de la estructura horizontal de los edificios, que si bien no afecta, en la mayoría de los casos, a su capacidad resistente, si genera diversas lesiones en elementos constructivos no estructurales, con consecuencias económicas importantes.
Puede ser de difícil solución en el caso de elementos prefabricados de hormigón. Se requiere una dedicación especial y esfuerzo en el diseño de los detalles constructivos, que son fundamentales en esta tipología constructiva.
En fase de proyecto debe cuidarse mucho la buena definición y estudio de las uniones y nudos. En fase de ejecución realizar un control estricto y evitar acciones indebidas que deriven en accidentes.
Problemas relacionados con el transporte.
Ello ocurre sobre todo con el transporte de piezas grandes y luces importantes. Los elementos pueden estar sometidos a choques, impactos, cuelgues indebidos, vibraciones, etc. El transporte de piezas grandes requiere permisos especiales cuando se superan las dimensiones y/o pesos autorizados. Por ello hay que estudiar una disposición “idónea” de transporte que requiere la manipulación y volteo de piezas. Los elementos de conexión y las zonas de juntas son las partes más sensibles.
En cuanto a la fabricación.
En la fase de fabricación el mayor problema puede estar en que los elementos de la instalación no funcionen adecuadamente (control de la homogeneidad de las amasadas, del tesado de cables, gatos tarados, moldes en buen estado y no deformados, funcionamiento de los equipos de vibración, medidas de seguridad, etc.). Debe cuidarse especialmente el hormigonado y curado cuando se realicen con temperaturas bajas o muy elevadas al tratarse de instalaciones abiertas. La colocación de la ferralla debe controlarse para respetar los recubrimientos, las longitudes de anclaje, los radios de doblado de las armaduras, la posición de cables y barras y la inamovilidad durante el hormigonado. Respetar los recubrimientos y los radios de doblado de las armaduras de la serie gruesa suele ser el mayor problema que se presenta con regularidad, sobre todo en piezas de pequeño espesor.
Otro punto clave suele estar en la introducción del pretensado. Debe vigilarse, la simetría y uniformidad de tensiones en los cables y el correcto entubado de los mismos para evitar excentricidades adicionales en planos de debilidad inercial. La utilización de hormigones muy secos, en ciertos procesos de fabricación, puede dar lugar a elementos con coqueras importantes, acabados defectuosos o muy rugosos, o a daños más importantes como el desprendimiento de tabiques en piezas huecas. La instalación tendrá un sistema de calidad que garantice su producción, evitando enviar a obra elementos defectuosos.
Ejecución
La ejecución en general no debería plantear excesivas dificultades siempre que el proyecto esté bien desarrollado y pensado desde el punto de vista constructivo. En la fase de montaje los siniestros más frecuentes están relacionados con la falta de estabilidad de la estructura o elemento prefabricado durante la ejecución. La inestabilidad puede a veces ser provocada por un accidente o choque de la maquinaria de obra. Un caso típico se produce en el montaje de vigas o cerchas de cubierta de naves industriales. También, en ciertos casos, los hormigonados no simétricos pueden producir accidentes.
Si existe una ausencia de plan de montaje con una secuencia definida y coordinada de operaciones, si el empleo de la maquinaria no es la adecuada para los elementos que deben montarse, si no existe una exactitud dimensional, si la nivelación de los apoyos no es la correcta, si existen problemas en las juntas por geometría incompatible y nivelaciones defectuosas o retrasos en el suministro de piezas y elementos, que entorpece el ritmo de la construcción etc…..todo ello puede ocasionar múltiples problemas.
Lesiones en cerramientos de fachada de fábrica de ladrillo.
La fisuración, defectos y lesiones que aparecen en los cerramientos de fachada de fábrica de ladrillo cerámico de ½ pié de espesor por un inadecuado diseño inicial de proyecto, con escaso estudio y detalles constructivos, una deficiente ejecución y una falta de previsión de juntas de dilatación son las causas más frecuentes en la aparición de lesiones de este tipo.