La gran mayoría de viviendas de nueva construcción se hacen con el objetivo, marcado por la Unión Europea, de conseguir Edificios de Energía Casi Nula (EECN). Lo que dentro del territorio comunitario se conoce como NZEB. La meta a conseguir es mejorar el consumo energético de estas edificaciones. Desde nuestra experiencia en la rehabilitación de fachadas en Barcelona sabemos qué cuestiones son más importantes para conseguir los mejores resultados, pero no debemos obviar las soluciones tecnológicas a nuestro alcance.
Los materiales empleados en la construcción han mejorado mucho en los últimos años. Precisamente, los avances tecnológicos nos han permitido optimizar las técnicas constructivas, creando inmuebles más confortables y sostenibles. Sin embargo, los edificios de cierta antigüedad no cuentan con estas mejoras, motivo por el que es recomendable rehabilitarlos y adaptarlos a los nuevos tiempos.
No se trata de sólo de una mejora estética, sino que podemos mejorar las condiciones de habitabilidad y ahorrar sustancialmente en las facturas relativas al consumo energético. Casi la mitad de las viviendas construidas en Europa son anteriores a 1960 con unos niveles nulos u obsoletos de aislamiento térmico.
Desde la UE se trabaja para mejorar estas cifras y se promueven nuevos sistemas tecnológicos capaces de mejorar, y mucho, la calificación energética del edificio en cuestión. Según un proyecto en desarrollo, sería adecuado trabajar en fachadas inteligentes, con ventanas dinámicas, paneles de aislamiento y módulos fotovoltaicos. El objetivo a batir será un consumo de energía casi cero.
Además, las nuevas tecnologías son el pilar sobre el que se sustenta el diseño eficiente. Precisamente, este último puede suponer un ahorro energético de entre el 20 y el 30%. La energía solar térmica o las fuentes renovables pueden mejorar el consumo, reduciéndolo hasta en un 35%. Cuestiones que los edificios de nueva construcción suelen tener presentes.
En Loga Rehabilitaciones sabemos que las técnicas más vanguardistas pueden suponer un ahorro considerable y una mejora sustancial del bienestar interior. Según John Dulac, analista de Política de Energía Sostenible y Tecnología de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) considera que debemos poner el foco sobre este tipo de actuaciones para reducir el consumo energético y minimizar la emisión de gases nocivos a la atmósfera.